Ser y hacer en la producción para la infancia

Tuvimos la suerte de encontrar este texto y, nos quedamos tan contentos que queremos compartirlo con ustedes, aquí. ¡Muchas gracias Laura!

por Laura Barile
Foto del destaque: Hélio Filho (niña Yasmin, de la Fundación Casa Grande)

Estuve en el seminario comKids, una iniciativa para articular agentes de los medios involucrados con la producción para niños, que en esta edición tuvo como tema la innovación. Tema amplio, que puede trazar diversos caminos, especialmente con respecto a las iniciativas para la infancia y la adolescencia. Y tan vastos cuanto el tema han sido los paneles: con invitados internacionales y de diversas partes del país, desde diferentes formaciones y áreas, de audiovisual, de música, de ilustración y tecnología. Desde Argentina al Cariri, el día empezó y cerró con la misma intención, desplegánndose a lo largo de los discursos en múltiples posibilidades.

Con la diversidad de la composición de los paneles, el evento daba muestras de lo que el tema pueda ser. Y como la innovación, poco a poco, inesperada y sorprendentemente, se estaba tejiendo una delicada red de relaciones ― y delicada no porque es frágil, sino porque es profunda.

La apertura fue muy emocionante gracias a Chiqui González, atenta a la comprensión del idioma español, que la tradición porteña del drama llegó a suprimir, en comunicación directa con la emoción. Ministra de Innovación y Cultura de Santa Fe, habló sobre su experiencia con políticas públicas para la infancia y contó de los parques públicos diseñados para recibir adultos y niños de todas las clases sociales, fomentando la creación, el juego y la imaginación sin reglas, horarios u obligaciones. Al hablar sobre el protagonismo, lo demostró en su propio discurso dando voz a los niños en varias citaciones. “Vivir es sólo querer a los demás. Vivir es saber que uno quiere el otro.”

Hélio Ziskind, presentando su creación musical (incluyendo la música del ratóncito del Rá-tim-bum) como un punto de intermedio de encuentro entre el artista y el receptor, la adultez y la infancia, definió lo que cree que es la creación para los niños: “como nosotros somos en aquél momento en que nos damos cuenta de que no sabemos algo”. A la vez en que él negaba las proyecciones de mercado, presentaba su metodología y proceso basado en la experimentación, la percepción y en la etapa cognitiva de los niños . “A los niños hay que tomarlos por las manos y conducirles”. Frase que también guiaba la charla de Jan-Willem Bult, de Holanda, de otra mesa – de hecho, esas personas maravillosas que saben que “cuanto más uno siente, más se aprende”. Con su proyecto de canal de noticias para niños, el Kids News Network (y el programa Wadada News), integra diversos continentes en una red de corresponsales, y pone al niño no sólo como espectador o personaje, sino como agente de las noticias. Una manera de contextualizar el mundo ― sus principales personalidades y acontecimientos ―, con un lenguaje especialmente dirigido para los pequeños.

Laura Teixeira, ilustradora y escritora, que no hace ninguna distinción entre su producción adulta e infantil (ni debe), trajo los libros que escribió cuando era pequeña ― entre ellos el encantador “O casamento entre a cigarra e o cigarro” («el matrimonio entre la cigarra y el cigarrillo», trad. libre), que en el original se llamaba simplemente “O casamento”, idea completada inmediatamente por el dibujo de una cigarra triste y un cigarrillo encendido. Alemberg Quindins trajo sus cómics escritos e ilustrados a mano, para mostrar lo mucho que los niños ya han creado, más de lo que nos podemos imaginar y recordar, en una conferencia para ponerse de pie y aplaudir. Literalmente.

Quindins mantiene el proyecto Fundación Casa Grande, que prácticamente se hizo por si sólo, cuando los niños de la ciudad Nova Olinda se convertieron en directores y gerentes de las diversas áreas de lo que entonces era sólo un museo, dedicado a las imágenes paleontológicas y al hombre Kariri. Cada director pasó a tener sus asistentes, también niños, convocados y liderados por ellos mismos. Hoy la casa integra una variedad de actividades con radio, design, audiovisual y música, todo coordinado y protagonizado por los niños. Esa charla tenía mucho que ver, casi 12 horas después del início del evento, con la conferencia que dio Chiqui.

A lo largo del día, escuchamos a los creadores hablar sobre sus plataformas colaborativas, aplicaciones, sobre la educación y sobre el mercado, sobre la creación audiovisual a partir de las necesidades del artista, de los niños y del canal, cada uno con una idea de abordaje y conducción. De diferentes maneras, con diferentes visiones de la infancia, discurso tras discurso, los invitados compusieron un mosaico: hay que crear ambientes, o hay que ponerse al nivel de los niños, o hay que conducirlos por la mano. En vez de traer soluciones tecnológicas (como la ola de los transmedios que ha sacudido al mercado hace algunos años), los conferencistas trajeron, en su lugar, lo que hay de más humano para la reflexión.

Una recién llegada en el área hizo una pregunta obvia: “pero, cómo hacer buenos productos para los niños?” Particularmente, no creo que el problema sea el de hacer, sino de ser (de hecho, para cualquier producción). El público quiere sentir, ya sea niño, adulto o lo que sea. Y en ese sentido es mucho más fácil de producir para los niños que para los adultos, porque los niños no tienen todavía una serie de obstáculos y limitaciones que vamos creando para vivir en sociedad. Y eventos como este nos ayudan a verlo. Como dijo Chiqui sobre los parques de Rosario y Santa Fe, al final de su presentación: “Parques hechos a la manera de los niños, para que los adultos se recuerden que son humanos.”

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