Gestando una idea: ¡ALHARACA!

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Empollar una idea: ¡ALHARACA! Los niños tenemos la palabra. Dirección de Comunicaciones del Ministerio de Cultura de Colombia

¿Quiénes nos cuentan? Diana Díaz Soto y Sandra Téllez Silva

¿Cuándo fue la primera vez que pensaron en hacer ¡ALHARACA!? ¿Cómo surgió la idea? ¿Hubo algún detonante para que se geste esta idea?

¡ALHARACA! Los niños tenemos la palabra nació como se gestan las buenas ideas, porque el universo confabula a favor. Por un lado, desde la Dirección de Comunicaciones, bajo la dirección de Germán Franco, había el interés de realizar una actividad similar a La Cajita de Chile, espacio en el que los niños se acercaban a los contenidos audiovisuales y los adultos, entre ellos los productores, podían escuchar de primera mano lo que los niños espontáneamente opinaban y la manera como reaccionaban.

Por otra parte, se tenía la intención de preparar un evento a gran escala a manera de Semana de la Comunicación en la que se aprovechara la presencia de expertos internacionales como jurados de la convocatoria de Estímulos del Ministerio, de modo que el público asistente tuviera una experiencia académica y audiovisual significativa para su práctica profesional.

Hubo otro antecedente que se tuvo en cuenta para el diseño del evento y fue el Encuentro Nacional de Niñez y Comunicación (versiones 2000 y 2001) organizado por el desaparecido Proyecto de Comunicación para la Infancia PCiN, espacio en el que se encontraron entre 500 adultos y niños para tratar temas de comunicación, participación, ejercicio ciudadano y creación. Esa experiencia se caracterizó por que el papel de los niños era activo durante las conferencias y por los espacios de creación y experimentación en los que los chicos proponían y se relacionaban entre sí.

Por último, en el proceso que se venía dando en el marco del Proyecto de Comunicación Cultural y Niñez – PCCN de la Dirección de Comunicaciones, era latente la necesidad de fortalecer la interlocución entre adultos creadores y niños, de ahí que todos los factores señalados anteriormente se conjugaron de manera fluida con el momento en que se encontraba el PCCN.

A partir de de esas motivaciones y experiencias, nosotras, Diana Díaz Soto y Sandra Téllez Silva – responsables del PCCN-, nos dedicamos a diseñar el evento, con mucha buena onda, inspiradas en la fuerza de los niños y explorando en lo mejor que tenía por aportar cada persona y entidad que se sumaba a este desafío.

¿Cómo fue el proceso de “empollarla”? ¿Cuáles fueron las sensaciones, los desafíos durante este proceso? ¿Con quién lo transitaron?

Si bien La Cajita sirvió de referente y de inspiración para nuestro evento, nuestra idea fue diseñar un espacio ajustado al contexto y al momento de Colombia en lo que respecta a la relación comunicación-niñez. Así que nos dedicamos a diseñar un evento que girara alrededor del concepto de ‘espacios de encuentro e interlocución’ entre niños y adultos en los que los chicos tuvieran la palabra.

Los días seleccionados para su puesta en marcha fueron los últimos de mayo de 2013, la planeación comenzó desde principios de año y respondió a un criterio concreto: planeación obsesiva. El primer paso fue formular el proyecto en papel, en el que se consignaron preliminarmente la justificación, los objetivos, los componentes, la metodología, el presupuesto y el cronograma del evento. Posteriormente, tuvimos varios encuentros virtuales con David Perera, creador de La Cajita en Chile, en los que validamos la propuesta y nos apropiamos de pistas claves que determinaron el éxito del evento.

chat con david

Sabíamos que el evento, que en ese momento todavía no tenía nombre, iba a ser una experiencia significativa en las personas que asistieran, por eso decidimos tomar elementos de la narrativa para enriquecer la propuesta. Para esto decidimos escoger a cinco profesionales cuya labor incidiera directa o indirectamente en la vida de los niños y hacerles un seguimiento audiovisual antes, durante y después de su participación; a ellos les llamamos héroes en prueba. Esto se convirtió posteriormente en el hilo narrativo de uno de los productos de la memoria del evento: un documental de 28 minutos. En éste ellos nos dejaron sus impresiones del evento y la manera como influyó en la relación con los niños. Click aquí para ver el video:

Contamos con la alianza del Centro Ático de la Javeriana, espacio idóneo para que fuera apropiado por los niños y cuyo equipo de trabajo se comprometió con ¡ALHARACA! de modo que puso todo su parte para que saliera como se esperaba.

La agenda del evento de tres días consideró actividades como: conferencias magistrales y conversatorios, visionados, talleres de creación, pitch con jurado de niños. Y previó la participación de expertos nacionales e internacionales y de experiencias significativas para los participantes.

A medida que se iba integrando más gente en la preparación y desarrollo del evento, nos asegurábamos de que el concepto del evento y su naturaleza quedara claro, así como el rol que desempeñaría cada uno en todo el ensamblaje.

Fueron varios meses de mensajes, llamadas, confirmaciones y tareas que aseguraran el éxito del evento. De un momento a otro, toda la Dirección de Comunicaciones se comprometió con ¡ALHARACA!, así como el equipo de Ático, los invitados y todos los que aceptaron el reto.

Las sensaciones, principalmente, fueron de emoción, a medida que íbamos avanzando en la preparación, y de responsabilidad, sobre todo al ver lo que podía implicar la participación de más de 100 niños en tres días de actividades.

Contanos acerca del momento en que ¡ALHARACA! finalmente “nació”, ese momento en que se pudieron ver los primeros frutos. ¿Qué sintieron al ver el proyecto concretado?

Podemos hablar de tres momentos en los que sentimos que el ‘pollito’¡ALHARACA! había nacido. El primero fue cuando logramos bautizarlo con un término que llamaba la atención y que buscaba resignificar la voz de los niños de una manera distinta a la bulla incómoda. Hace algunos años, en el marco del PCiN, Alharaca fue el nombre de un programa de radio que circuló por muchas emisoras comunitarias, así que ya estaba asociado a la voz infantil y por tanto, nos permitió trabajarlo desde la dimensión del encuentro y la interlocución.

El segundo momento fue cuando tuvo, literalmente, cara; es decir, cuando contamos con un logo que ilustraba perfectamente el objetivo del evento, que era modular, divertido, distinto y colorido.

logos

El tercer momento, fue cuando realizamos la reunión de preproducción de TODO el equipo involucrado. Más de 50 personas estuvieron presentes, manifestaron sus expectativas, su compromiso y su comprensión del evento. Colombianos, argentinos, mexicanos, españoles fueron reunidos alrededor de un mismo propósito. Ahí fue cuando nos dimos cuenta de que no había marcha atrás, por más miedo escénico que nos diera y fuimos MUY felices.

Podrían compartir algunas “claves” que ayudaron a llevar la idea desde un proyecto a una realidad.

La primera clave es tener infinito respeto por los niños; ellos son la razón la ser del evento, por eso asegurar su seguridad, su integridad, que sientan libertad para expresarse y se encuentren cómodos en todos los espacios, era una de las mayores consignas del equipo.

A medida que pasaba la fase de preproducción, se sumaba más gente a la organización del evento. Por eso, fue muy importante dedicar un momento para ‘sintonizar’ a todas las personas en lo que implicaba su participación: inspiración y respeto por los niños, comprensión del evento y su alcance, rol propio, trabajo en equipo.

Durante el diseño de ¡Alharaca! Los niños tenemos la palabra consideramos que se debían generar condiciones que enriquecieran la experiencia de los participantes a través de los sentidos, por eso se propuso realizar lo siguiente:

  • Banda sonora: incluyó una colección de piezas cortas con intenciones distintas. En cada espacio, especialmente en el de plenaria se activaron las piezas, con distintas intenciones, de acuerdo con los momentos que suceden durante el evento, especialmente las transiciones y los momentos ‘muertos’.
  • Escenografía y utilería: Con el fin de crear un ambiente ‘alharaco’ que aportara al diálogo, el encuentro y la interacción, los espacios tuvieron una escenografía y utilería pensada especialmente con este fin. De esta manera, los espacios tuvieron su propio vestido que, en algunos casos se prestaba para la interacción y el diálogo.

Otro aspecto clave es darle proyección a la experiencia vivida, para eso pensamos en la producción de unas memorias que superaran la idea de la transcripción literal de lo que sucedió día tras día e hiciera diálogos conceptuales distintos entre todo los insumos recopilados en el cubrimiento audiovisual y fotográfico. Para esto, Lorena Cantillo diseñó conceptual y editorialmente las memorias del evento, y actualmente están publicadas, de modo que sirven de material de consulta y de referencia. Pueden verse en este link

¿Están empollando alguna nueva idea que quieran compartir?  

Para 2014 y a propósito de los resultados de la encuesta post-evento, descentralizamos ¡ALHARACA! los niños tenemos la palabra y lo llevamos a Bucaramanga, Cali y Barranquilla. Se contará con las memorias en línea de estos eventos, de modo que esté al alcance de todo quien quiera consultarlas.

En este momento está por romper el cascarón una colección de recomendaciones y buenas prácticas que hemos llamado ¡CLAVES ALHARACA! para contenidos infantiles. Estas claves fueron formuladas y validadas con pares y profesionales durante 2013 y en 2014 nos hemos dedicado al desarrollo de la plataforma de consulta y a la socialización de la herramienta en talleres en distintas ciudades del país.

Estamos empollando la segunda fase de la Aproximación a los hábitos de consumo de contenido mediático por parte de los niños y niñas en Colombia, que en el año pasado se hizo en fase piloto en Bogotá, Medellín y Barranquilla y este año se realizó en Cali, Bucaramanga y Villavicencio. Antes de cerrar 2014, tendremos el informe integral, por lo pronto, el documento de la etapa piloto se puede consultar en este enlace.

¡Gracias Diana y Sandra!

reencuentro

Latin Lab

LATINLAB é um laboratório de investigação, criação e reflexão em torno da televisão infantil e das multiplataformas na América Latina.

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